DURMIENDO EN EL TAPETE

por | Historias

César Hernádez

César Hernádez

Director Grupo Urbano Medellín

julio 31, 2022

Comparte esta historia en:

Estaba en Granizal, en un salón completamente abarrotado de gente, en plena socialización del proyecto de la Unidad Deportiva de Granizal. A la reunión entraron unos 10 hombres y se sentaron en la parte atrás. La reunión se tornaba animada, pues era la novedad del momento, ya habíamos hecho el recorrido barrial con la gente y los vecinos, también el taller de imaginarios con los niños y jóvenes.

 Recuerdo que estaba acompañado por Alicia Vargas (QEPD) la recuerdo con cariño y admiración. Con ella, hacíamos la presentación a dos voces, de la primera cancha sintética pública de esas dimensiones ¿se imaginan eso? Nos pareció extraño que al momento de las preguntas nadie de la comunidad levantó la mano, sin embargo, un hombre en la parte de atrás se levantó y dijo: “Ese proyecto no lo hacen ni por las putas”. Hubo silencio, miré a Alicia y no entendíamos quien era, con un ambiente tenso que nos tomó por sorpresa, terminamos la reunión. Al salir, nos contaron que esa persona era un “Alias” muy “pesado” era lo que nos decían, perteneciente a un clan delictivo del Sur del Valle de Aburrá.

 La cancha de Granizal, fue una de las tantas que construyó y entregó a la comunidad el extinto narcotraficante Pablo Escobar. La advertencia venía de alguien que trabajó en algún momento con Pablo. Esto no impidió que hiciéramos el proyecto, la motivación era la pronta instalación del tapete de grama sintética, toda una novedad en un barrio popular golpeado por la violencia.

 Aquí viene el mejor momento, con la superficie lista, llegaron los contenedores con rollos gigantes de grama sintética. Una noche mientras los técnicos extendían el tapete, los niños observaban emocionados detrás de la malla, hablaban del color verde, decían que era algo solo habían visto por televisión, preguntaban si se podía tocar o pisar. Avanzada la instalación, estando en mi casa recibo una llamada del director de la obra y me dice: “Ingeniero, qué vamos a hacer, los niños están esperando que apaguemos las luces para dormir encima del tapete”, y así fue esa noche y las siguientes, durmiendo sobre el tapete.